REPRODUCTORES ANALÓGICOS



El primer gran reproductor analógico: El Fonógrafo de Edison





Una joya histórica: El Gramófono





Ahora, vas a poder aprender como se fabrica un disco de vinilo:



Lee dos interesantes artículos sobre las cintas de cassette y el walkman:


La cinta de 'cassette' aún no es historia

Son una especie en extinción. Pero a pesar de ciertas modas, de las nuevas tecnologías y de la progresiva crisis, las míticas cintas de cassette aún sobreviven.

Y también se venden, porque en 2007 se compraron nada menos que 5.000 unidades en nuestro país, según los datos de Promusicae (los productores de música). Muchas de las grandes discográficas dejaron de apostar por este formato hace tiempo, entre los años 2003 y 2004, siendo algunos artistas como Julio Iglesias o David Bisbal de los últimos en aprovecharse de la frágilbanda magnética.

Lejos queda la primera remesa que la compañía Philips introdujo en Europa en 1963. Y lo de encontrar ejemplares en centros comerciales de renombre es misión imposible. Entonces, ¿dónde buscarlas ahora? Su hábitat natural es variado: desde bares de carretera hasta E-Bay. Pero también las hay en tiendas de música residuales y en los más oscuros cajones de nuestras casas.

Cintas de segunda mano

El submundo de los cassettes se retroalimenta, en gran medida, con el mercado de segunda mano. En varias páginas de Internet pueden leerse miles de reclamos del tipo "vendo gran lote de cintas de cassette", "lo mejor de Los Chunguitos" o "pieza de colección; un lado con temas de The beatles y otro con temas de los Rolling...". Cintas vírgenes aparte.

Pero quizá el vivero de este formato siempre fueron las gasolineras. Y sus benefactores, aunque suene a tópico, los conductores de camiones. Angel Checa, director de la empresa Millana, lleva más de 25 años distribuyendo música a estos establecimientos, en esos expositores rotatorios que tantas veces hemos ojeado.

Cree que la gente compra "por impulso", por eso, asevera, "nadie sabe lo que vendían Pepe Marchena o La niña de la Puebla" y, recientemente, "Camela" en estas tiendas.

El boom de la rumba

Checa recuerda que su compañía llegó a comprar de una vez 5.000 unidades de cada uno de estos artistas. El punto álgido fue quizá la explosión "de la rumba", con "Los Chichos"; y luego, el bajón, "hace tres años y medio". Todo el stock que tenían desapareció gracias a las reposiciones rotatorias.

"Otras empresas", revela tuvieron que «tirar a la basura» miles de copias. Y aunque se encuentran todavía ejemplares analógicos, con la reconversión a CD se sigue apostando por "lo antiguo". Así lo constatan en la estación de servicio de Puerto Lápice, en la naciona l V, en Ciudad Real.

Uno de sus empleados, Miguel Ángel García, ve cómo a diario vuelan los discos de Triana o Antonio Molina. "Compran mucha copla", explica, "y no es gente tan mayor". No es para menos, con los clásicos a 7,90 euros. Regalados, oiga.

¿Qué hago con mis reliquias?

Existen varias maneras de dar otro uso a las viejas cintas de cassette. Una, la más práctica, es convertir la música que contienen al formato MP3. Existen varios aparatos en el mercado que lo hacen mediante una conexión directa con el ordenador. Otra es hacer dinero.

El norteamericano Bob Paris lo ha conseguido con una empresa de venta por catálogo que surte, sobre todo, a cárceles. Por último, la vertiente más nostálgica, que consiste en compartir historias. En la web cassettefrommyex.com puedes hablar de esa cinta que su ex novio o ex novia te grabó con amor.

Camela, una "leyenda urbana"

No eran el hit de las gasolineras, es una "leyenda urbana; es que cuando empezaron no existía el CD", explica Ángel Sánchez, manager del grupo, De sus 4 primeros discos vendieron 3 millones de copias. Y a día de hoy, 7 millones. Dentro de poco cumplen quince años en la música.

fuente: diario 20 minutos


El 'walkman' muere en el país que lo vio nacer

La firma Sony cesa la producción en Japón del reproductor portátil de casetes que ella mismo inventó


Hay quien atribuye su invención a otros, pero oficialmente Sony es el padre del walkman, un término acuñado por la marca japonesa y adaptado hoy con naturalidad a nuestro vocabulario para definir cualquier reproductor portátil. Lanzado al mercado en 1979, el magnetófono con auriculares de tamaño reducido apto para llevar a cualquier parte causó furor inmediatamente en todo el mundo y ha sido un icono ineludible de la década de los 80 y los 90.
Apenas había echado a andar el siglo XXI cuando eclosionó la música sin soporte físico en formatos como mp3 o AAC y sus respectivos mini reproductores digitales (capitaneados por el todopoderoso iPod de Apple), y a partir de entonces el portacasetes, con su compleja ingeniería, envejeció a marchas forzadas y rápidamente empezó a ser visto por las nuevas generaciones como un aparato engorroso y desfasado. Hoy en día resulta una tarea realmente difícil encontrar un walkman en el escaparate de alguna tienda de España, pero la estocada final la dio Sony el pasado viernes al anunciar que cesaba su producción en el país que lo vio nacer, Japón.
Esto no significa que el walkman muera definitivamente: los reproductores portátiles de CD, que aún tienen recorrido en el mercado, así como los de mp3 e incluso los teléfonos móviles de Sony mantienen la denominación walkman. Y tampoco es el adiós definitivo del simpático reproductor de casetes: la firma japonesa mantendrá su producción y venta en China. ¿Serán los países emergentes los salvadores de la era analógica?

Fuente: Diario El País, LUIS MEYER - Madrid - 24/10/2010

Para finalizar, observa este anuncio del walkman de sony. Ya han pasado años.